Es un cuento llamado La Rama Seca escrito por la escritura española Ana María Matute. Nació en Barcelona en el año 1926, vivió en su infancia la terrible época de la Guerra Civil. En su obra, retrata temas muy importantes como la soledad y la fragilidad de los niños de la época. Como se ven obligados a quedarse solos en casa mientras las madres trabajan en el campo y los padres están en la guerra.
Después de leer el cuento, podemos decir que se trata de una narración donde Matute habla de la historia de una niña enferma de seis años que vive en un pueblo marginado pasando los días jugando y hablando con una rama seca a la que llama Pipa.
El cuento en su estructura externa se presenta en 6 capítulos donde Matute elige a la niña para representar a la infancia y al abandono que sufren muchos niños durante esta época. En cuanto a la estructura interna la podemos definir a través de los temas y las ideas presentes en cada fragmento. En primer lugar, el Planteamiento, 1º y 2º capitulo. Aquí Matute habla de la situación económica difícil de la familia Mediavilla que la obliga a dejar a su hija en casa, encerrada con llave, siendo su vecina doña Clementina quien la vigila desde su patio, y muestra la curiosidad de la vecina por saber quién es Pipa y como empieza a ejercer el rol de segunda madre cuando va a enterar del mundo imaginario que ha creado la niña debido a su enfermedad.
En segundo lugar, el nudo, 3º y 4º capitulo, aquí podemos ver como la vecina se preocupa por la enfermedad de la niña y como le da mucha pena verla triste después de que su hermano ha perdido a su Pipa. vemos también el interés de doña Clementina por buscarla a la niña otra Pipa y su tristeza al saber que va a morir.
Por último, el desenlace, 5º y 6º capitulo, muere la niña y deja un vacío profundo en el corazón de doña Clementina, quien, aunque quizás no lo expresó abiertamente, sentía una conexión especial con la pequeña. “¡Cuánta razón tenía la pequeña! ¡Qué cara tan hermosa y triste tiene esta muñeca!”.
Los personajes principales, son doña Clementina, la niña y Pipa “La niña tenía la cara delgada, pálida, entre las flacas trenzas de un negro mate”, pasa todos los días sola, y su única compañía es su ramita, Pipa. Doña Clementina, desde la casa de al lado, comienza a prestarle atención y termina por cogerle cariño y también comienza a identificarse con la niña por que al igual que ella se siente solitaria e incomprendida.
Entre los personajes secundarios, la madre de la niña se muestra incapaz de comprender la profunda conexión de su hija con su muñeca Pipa. En varias ocasiones, la ridiculiza con comentarios como «tonta» o «retrasada”. Don Leoncio, el esposo de doña Clementina y médico del pueblo, le dice a su mujer que abandone sus preocupaciones, ya que no quiere convertirse en el objeto de burlas del pueblo, reforzando la falta de empatía hacia la niña. Finalmente, Pascualín, el hermano de la niña, aparece brevemente, pero juega un papel significativo en su tristeza. Es el responsable de la desaparición de Pipa.
Las alusiones al espacio se pueden extraer de varios capítulos del cuento, la obra transcurre en el pueblo, en la calle en la que viven los Mediavilla y doña Clementina y su marido. La niña, acostumbrada a jugar con su muñeca en la ventana, y doña Clementina, le observa cosiendo desde la suya. Son dos casas totalmente diferentes que reflejan la situación económica de cada familia. En cuanto al tiempo interno lo podemos ver en las estaciones del año, verano, otoño, y primavera. En términos de tiempo externo, es siglo XX, la época de la Guerra Civil por el contexto.
En resumen, Ana María Matute en este cuento nos ofrece una mirada hacia la realidad de la sociedad española durante la época de la guerra. Cómo vivían las familias sobre todo en los pueblos y qué sufrían los niños abandonados en las casas por parte de los padres que salían en busca de las mejores condiciones de la vida. La autora no le ha dado ningún nombre a la niña a diferencia de los demás personajes, porque se identifica con una gran mayoría de los niños españoles de aquella época.
En mi opinión, la imaginación infantil es capaz de crear nuevos mundos para escapar de la realidad, explorar emociones y dar significado a lo que los adultos consideran insignificante. los niños encuentran refugio, construyen sus propias reglas y crean universos en los que se sienten comprendidos.
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Los cuentos de las abuelas
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